La psicoterapia de familia trabaja con todo el grupo familiar, por lo general círculo íntimo conviviente. Como bien lo dice el nombre es el abordaje a una estructura grupal de familia que tiene una dinámica de funcionamiento, que por alguna razón puede ocasionar síntomas que se materializan o se evidencian en uno de sus miembros. En este caso el “Paciente” es la estructura misma que se observa, analiza y se interviene desde la acción profesional para provocar cambios en su funcionamiento.
Los roles de los discursos de autoridad responsable suelen ser disfuncionales ocasionando expresiones anómalas en la conducta de uno de sus miembros, para mostrarse como síntomas que molestan o generan la consulta.
Se trabaja en la dinámica familiar, es decir en el modo en que los miembros se relacionan o vinculan entre sí, tratando de corregir o modificar adjudicación y asunción de roles que no se ajustan a modelos esperados por los patrones culturales. Cada familia tiene una particular forma de ser, pero las exigencias de la sociedad demandan lineamientos en la conservación de valores, costumbres y leyes para ser aceptadas por las instituciones que conforman. Escuela, clubes, ámbitos laborales, justicia, etc., esperan patrones de conducta acorde a una idiosincrasia comunal.